Cold Touch: Capitulo 3

Capitulo 3

 

  Después de hablar con Naomi por teléfono. Decidí acostarme a dormir. Me quite la ropa que cargaba y me puse una camisa azul   y unos pantalones de dormir ligeros grises. 

  Me acosté sobre la cama, y tan solo cerré poco a poco los ojos. 

  Me despierto y aun acostado veo como la luz del sol se filtra por la ventana. Me volteo al otro lado para ver la hora en el reloj digital que está en la mesa al costado de la cama. 

  -¡¿Quee?! 

  No puede evitar hablar en voz alta. Pero es que no podía creer lo que veía ¡Ya eran las 5 pm! 

  No puede ser o si… Nunca me ha pasado esto. Porque siento que esto no es normal ni mucho menos una casualidad. En toda mi vida nunca he dormido tantas horas, ni cuando era un niño. 

  Bueno después lo averiguaría por ahora será mejor que coma. Me rugía la barriga del hambre. Me siento con pesadez en la cama, me fui parando pero 

  -¡ Ahhh! 

  Me dolía hasta pararme. Camino lento y   con dificultad hasta la cocina. Busqué   una pastilla para el dolor muscular y la trague. Tome un sorbo de agua para pasar la pastilla. 

  Esperé un rato sentado en el banco de la cocina, para que me hiciera efecto la pastilla. Pasaron varios minutos hasta que me sentí mejor. Revisó el celular para ver la hora de nuevo y ya eran las 532pm, vaya que el tiempo pasa volando. 

  Como aún tenía hambre me dispuse a preparar algo, pero recordé que Matt llegaría dentro de un rato, así que decidí preparar comida para los dos.          

  Mientras picaba los tomates escuché el timbre de la puerta seguramente era Matt. Me lave las manos y me fui a la sala a abrir la puerta.      -¿Light tienes una secadora de pelo?- Mello ni me miró, sólo entró a la casa como si fuera de él- Responde ¡¿tienes o no?! 

  Reaccione al volverlo a escuchar. Y respondí. 

  -En el baño de la habitación, en el segundo piso a mano izquierda. 

  -Bien-empezó a subir las escaleras rápidamente como desesperado. 

  -¿Mello aunque sea me puedes decir el por qué de tu desesperación?   

  Mello detuvo su subida a mitad de las escaleras, y se volteó para mirarme con un deje de molestia. 

  -Mi mamá confundió la ropa que ayer compramos con la sucia, y la lavó. Tengo que secarla. 

  Le sonreí con satisfacción por escuchar su respuesta. 

  -Te dije que tenías que ser más organizado con tus cosas y no tirarlas en cualquier lugar. 

  -Como sea Light. 

  Y volvió a subir con rapidez. Me dirigí a la cocina de nuevo a terminar de preparar la comida. Todo quedó listo, miré la hora y ya dentro de unos minutos vendría Matt. Escuche la puerta de la entrada abrirse y cerrarse, observé por la ventana y era Mello que se iba con mi secadora entre sus manos. Como nuestras casas quedaban relativamente cerca, podíamos llegar caminando de una casa a la otra sin problema. Agarro el celular y llamo a Matt. No me contesta. Me canse de llamar y me fui a darme una ducha.    

 

  Me terminaba de quitar el champo del pelo cuando vuelvo a escuchar el timbre sin parar, lo pulsaban cada ratico. Debía ser Matt. Baje en toalla y cuando abrí la puerta. 

  -¿Querido hermano dónde está la ropa que me compraste?-Matt me paso aún lado, miro a todos lados. Y subió corriendo las escaleras, ni me dio tiempo de contestarle ya había subido todos los escalones. 

  ¡¿Es que ya nadie saluda?! Me preguntaba en mi cabeza cerrando la puerta.      

 

  Cuando entré a mi cuarto, todo y cuando digo todo es ¡Todo! estaba desordenado. 

  -Que demo... ¡Matt deja desordenar! 

  -Hermanito es que acaso no me compraste ropa, que no la veo en ningún lado- hizo un pucherito triste- Bueno veo que no compraste nada. Será mejor irme... 

  Se levantó aun haciendo el pucherito triste. 

  -Matt está al lado de la cama la bolsa con tu ropa nueva- Digo en un tono intentando sonar tranquilo, aunque era obvio que no. Mi cuarto era un desastre. 

  -¡¡Siii!!-agarró la bolsa y se encerró en el baño. 

  Miré todo el desorden era demasiado, no me daría tiempo de recoger y ya eran las 8 pm. Sera mejor cambiarme la ropa. Mañana lo recogería.   

  Agarré la bolsa con mi ropa y entré al baño del pasillo.  

  Me observé, y me vi una y otra vez tenía que admitir, me veo atractivo más de lo normal. Tengo unos pantalones beige ajustados al cuerpo, con una camisa manga larga negra de seda con botones ajustada igual. Me puse un reloj de plata nuevo que me he comprado al igual que mis zapatos marrón café 

  Rocié en todo mi cuerpo perfume. Me arregle el pelo. Estaba listo, salí del baño y fui al cuarto de nuevo, ya había salido Matt. 

  Él cargaba una camisa de rayas negras y moradas oscuro. La camisa era de corte en V con unos jeans claros pegados al cuerpo y unas botas de montaña negras. Además de un collar grueso negro, que le quedaba como los collares que usan los perros.   

  Y claro sus típicos googles amarillos en la cabeza. 

  -Light debo ser franco yo soy...-lo decía mientras se miraba en el espejo-¡HERMOSO!- Y se tocaba la cara con las dos manos- Es que mírame y dime si no te doy ganas hermanito. En serio, debes escoger mi ropa más seguido. 

    Me abrazó sin dejarme respirar. Cuando por fin lo separó.   

  -Gracias Light. 

  -Mello me ayudó. Tus gustos son peculiares, pero siéndote sincero te vez bien. 

  -¡Y LO SE! Soy guapo Light es innegable. ¡Aunque tú también te ves violable! 

  Me dijo mientras me hacía una cara de asombro. Me reí y me ruborice un poco   por su comentario. 

  -Toma Matt-le pase el perfume-échate.   

  Lo agarra y se rocía por todas partes. Me lo vuelve a dar y saca una caja de cigarrillos de un pantalón del suelo, que por cierto eran de él.   

  -Por si acaso-y me sonríe.     

  Mientras Matt y yo comíamos. Él no dejaba de verme y contenerse de la risa, no sabía el porque.   Estaba hartándome. 

    *PIIIIIII PIIIIIIII PIIIIII*

   Escuchamos la corneta del carro de Mello sonando. Ya estaba afuera. 

  Matt y yo nos miramos con pánico. Bebí todo el jugo del   vaso y me trague toda la comida sin parar. Matt hizo lo mismo apresurado, sabíamos como era Mello de impaciente y más cuando se trataba de ir a una fiesta. 

  Salimos corriendo de la casa. Cerré la puerta con llave. 

  -¡Apresúrense! 

  Dijo Mello aun sonando la corneta del carro. Mire la casa una vez más antes de montarme y me dije a mi mismo,   estoy listo.