Capitulo 6
Cuando Matt se fue a fumar a su ¿Nico? afuera. Mello y yo seguimos
bebiendo vodkas y unos cuantos cocteles.
Mientras
bebíamos sentados en unas butacas de la barra de cócteles. Escuchamos a una
niñata de pelo rizado negro hablándole aún grupo de personas cerca de nosotros.
- ¡Amigos,
amigos tenían que ver aún chico haya a fuera ahorita! Se le incendiaba el pantalón,
ni parecía darse ni cuenta y cuando por fin se le apagó.¡¡ Actuó como si nada!!
Daba miedo-Relataba la chica con terror y dramatismo.
Todas de las
personas cerca empezaron a opinar aterradas y sorprendidas.
Mello se
volteó para mirarme a los ojos, leyéndome el pensamiento.
-Matt-dijimos
unísono.
Él suspiro
resentido.
-Iré por
él.
Mello se
paró y se fue.
Después de
varios cocteles y un whisky, ya me
sentía mareado, no debí beber tanto, ¡Pero sabe tan bien! Caminaba con un ligero
mareo, me tocaba la cabeza con mi mano, intentando controlar mi cuerpo mareado.
Ni si quiera
me di cuenta de cuando bebí mi whisky, pero ya estaba vacío el vaso de vidrio
en mi mano ¡Es mágico! Ya me sentía más feliz de lo normal por tanto divino
alcohol. Mello me ha dicho que cuando estoy borracho me comporto como Matt, y
eso es mucho que decir. Aunque no creo que sea así, solo intentare que
controlarme.
Pedí sólo un
whisky más...sólo uno más.
El del bar me
lo dio sonriente e insinuante por algo más, no estaba tan mal el hombre. Podría
llegar hasta pensarlo, una aventurita…
Me di vuelta
con mi bebida en mano para buscar a Mello, ni recuerdo por qué se fue, ya me
hacía mucha falta nalgas buenas. Cuando tropiezo con un ángel sin alas y por
accidente le derramo todo el whisky encima cayéndome sobre él. Pero él aún seguía parado.
El ángel no
se inmutó se mantenía parado firme, y a la vez agarrándome suavemente por la
cintura evitando que nos cayéramos los dos, se sentía frio su pecho por el
whisky derramado. Sólo me observaba serio con sus ojos negros tan profundos que
parecía que te transportan a otro mundo.
-Disculpe
señor ángel, buscó a mi amigo-Dije algo apenado. Él seguía serio observándome
nada más, empecé a ponerme nervioso- Eh… ¡él es nalgón!-no dijo nada. Yo seguía
encima de él, intente enderezarme pero siento cosquillas por sus manos que aun
están en mi cintura ¡¡Y aún él seguía serio observándome, por el amor a todo lo
bueno (incluyéndolo) no puede él mirar otra cosa!!
-Creo que se refiere
a Mello-cuando me fijó hablaba otro al lado de él ¡eran idénticos! pero ese me
miraba de una forma que me daba miedo con esos ojos rojos, creo que era el hijo
de Lucifer. Sonrío de manera terrorífica al ver mi miedo y yo me apegue más al cuerpo del ángel- ¿Qué
hacemos con él, Ryuzaki?
El hijo del
demonio llevaba un suéter negro con el cabello algo húmedo, mientras que el
ángel llevaba un suéter blanco con un dije en oro blanco en forma de cruz en su
cuello. Y Olía tan bien, olía a mi whisky y a la vez un olor...ah... ¿dulce o
caramelo?
- Sólo está
ebrio - dijo con voz firmé y masculina el ángel.
Él deshizo el
agarré a mi cintura, se volteó dispuesto a irse y me molestó tanto ¡¡Ese ángel
se atrevía a decir que yo estaba "ebrio"!! Y lo que más me molestaba
era el simple hecho que ya no estaba a pegado a él con sus manos frías en mi
cintura.
¡Estúpido
ángel!
-Estoy
perfectamente- Le dije lo más firme que pude; él paro de caminar, aún seguía de
espaldas a mí. El hijo del diablo sí sé volteó y me sonrió complacido, dijo con
esos ojos rojos retándome.
-¿Así?
Demuéstralo niño lindo- me observaba como si fuera una presa, sentía miedo pero
mi orgullo era más fuerte. Se acercó a mí y me sujetó por lo hombros
fuertemente lastimándome ese demonio, sus ojos rojos pasaron a mis labios. Fue
acortando la distancia poco a poco. Cerré mis ojos. Si tenía que besar al
mismísimo diablo para demostrarle a ese ángel que estaba perfectamente
consiente, lo haría sin dudar.
-Déjalo, Beyond -Esa voz intimidante… era el ángel, nos miraba fijamente
con sus manos metidas en los bolsillos del pantalón negro ajustado que cargaba.
Nos miraba serio, incluso creo que hasta se veía más serio. Parecía como si
estuviera ¿molesto? El de ojos rojos rodó los ojos molestó y con un bufido me
soltó.
-Ryuzaki ni
pareces tú, sólo es un chico-se voltearon los dos y se fueron entre la gente.
Yo me quedé
hay, observando como su pelo negro desaparecía entre las personas ¡¡Que
injusto!! Ese ángel ni se molestó en sí quiera hablarme a mí directamente, sólo
al demonio ese. Me senté algo desilusionado. Iba a pedir otro vodka, cuando...
-¿Cielo?-me
volteó y era Naomi me sonreía de una manera amorosa. Ella cargaba un vestido
blanco holgado corto, con unos tacones punta gruesa bajos blancos. Le hacía
relucir su pelo negro liso el vestido, con ese brillo peculiar en sus ojos que
reflejaba amor.
-Cariñito
estás aquí-la abracé fuertemente, ella se separó ruborizada.
-¿Tomaste
Light? - aún estaba sonrojada.
-Si ¿porque
cariño hermoso?-Le sonreía divertido.
-Se nota
cielo, andas más... juguetón- Se rió dulcemente.
-Es porque vi
aún ángel-Lo dije sin pensar, bueno si pensaba, en él. Ojalá no se moleste mi
Naomi.
Ella se
ruborizo a más no poder.
-Oh Light que
dulce - Me abrazó y ocultó su cabeza en mi pecho. Creo que pensaba que me
refería a ella... No dije nada para no ofenderla. Pero ella no era él, el ángel
hermoso de ojos profundos negros y pelo azabache.
Al rato, vi
a una chica pelo rosa largo acercarse a nosotros sonriente con un Matt atontado
agarrado de la mano. Cuando me fijó bien, su rostro estaba rojo creo que tan
rojo como su pelo. Aún Naomi y yo nos abrazábamos.
Mónica se
para frente a nosotros feliz, creo que ella aún no se había fijado en Matt.
-¡Matt,
Matt!-digo preocupado al verlo tan rojo. Y Naomi sólo me abraza más fuerte a
mí.
Mónica voltea
y ve a Matt, preocupada lo agarra del brazo, grita con su voz chillona.
-¡¡Mattyy!!
Matt parpadea
varias veces como reaccionando. Y su rostro vuelve a su mismo color
natural. -¿Qué pasa?-responde
confundido.
-¡¡Eso
deberíamos preguntarlo nosotros Matty!!- Mónica estaba preocupada- Tú rostro
estaba rojo, parecía que tuvieras fiebre. ¡Ni hablabas!
Solté a mi
dulce prometida. Y me acerque a Matt porque sé que Mónica solo lo confundía
más.
-¿Te
encuentras bien Matt?- pregunte- ¿En qué pensabas?
Lo conozco es
mi hermano, sé que pensaba en algo ¡Estamos hablando de Matt, el perdido! Estoy
algo mareado pero pude ver como mi hermano abría más sus ojos esmeraldas viendo
por encima de mi hombro asombrado. Me dio curiosidad, y giré mi cabeza para ver
y vi al rubio que ¡tanto buscaba!
Un segundo y
quién estaba a su lado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario